Nota 18 - En paz me acostaré

¿Has llegado a tu lugar después de un día lleno de tropiezos, cansado y hambriento? Miles de pensamientos abordan tu mente, te debates entre lo que pasó y lo porvenir.
El presente, el segundo de vida se ha convertido en lugar casi impensable, en un lugar lejano que ni siquiera divisas, el milagro de la vida pasó a ser un imperceptible estado, la paz se ganó el lugar del premio mayor después de una agotadora prueba, la que casi nunca superas...
Luego cierras los ojos y sientes un tibio aroma, tu mente viaja a ese lugar lejano donde solo eras un bebé que nunca has recordado, te sientes fuera de ti sin sentir pánico, descubres que estás orando y alabando a tu creador y las peticiones y plegarias desaparecen. Olvidas las palabras, solo te sumerges y comprendes que estas vivo, eso es suficiente. Que has llegado a ese
segundo de vida en el que eres consciente y lo vives intensamente, lo disfrutas y te rindes ante El. Se olvidaron los enemigos ya que estos se hicieron tan grandes que ya no hubo lugar a ellos y simplemente desaparecieron. Una palabra sin sonidos es arrullo en ese momento y entonces sucede: consigues estar en paz y duermes.
Al igual que un bebé protegido por los brazos tibios y amorosos de una madre, caes inmerso en el sueño plácido sin preocuparse más que por vivir el milagro de la vida, el segundo de vida, el presente.
Gracias a la certeza que su protectora está en control, pues de hecho no reconoce en su conciencia la idea de depender de otro que no sea quien le arrulla en sus brazos y entonces duermes en paz
SALMOS 4:8
8En paz me acostaré y dormiré, porque sólo tú, oh Señor, me mantendrás a salvo.
Por Vicky Arias
@365notasdeam♥r